Fernando Schweitzer, Buenos Aires - Actor No-TELEFEsino, Director Teatral, Cantante, Escritor y Periodista
Me cago de miedo de los ratones. Sin embargo, no resisto a comer un chori en Puerto Madero, mejor dicho en la costanera. Estoy a pocas cuadras en verdad. Vivir en San Telmo es bucólico y muy romántico. Salir por calle México, adonde vivo, es algo arriscado. El exceso de casas tomadas, el olor a comida china mezclada a lo de parrilla me mata. Sigo, ya algo cansado, no de caminar, y sí por el día que llevé, siento-me al lado de Malfada. Tuvimos una charla rápida, había una fila inmensa de maquinas fotográficas a su espera... De ultima le digo: Cuidá-te con los flashes, pueden sacarte el sueño a la noche.
Saludo con la mirada los calle vivientes de Paseo Colon, cruzo rápido la avenida antes que me quieran devolver el saludo. Un par de cuadras rotas más, y distraído caso soy atropellado por el súper moderno tranvía, metro ligero, como sea... Me encanta saber que millones fueron gastos para ligar nada a cosa ninguna. La vista es bonita, pero no es la Baires de Menén la cual estoy a buscar.
No tan rápido como Fangio, pero casi tan efectivo, acelero mi caminar... Pasan por mi los carros más tops, de eses que sin robar un banco no sé cuando iré comprar. Un cachito más y allí está... Un olor inebriante, y muchas otras cosas me hacen temblar, a parte del hambre.
En silencio... todo eso no me hace ruido. Ni las gigantes torres que no me dejan ver más allá. Y así callado la maté, sí, la maté. Maté mis ganas de reencontrarme a la Baires que busqué. 13 cuadras no más. Tan poquito me bastó para llegar, pero mucho me hizo consentir, sentir.
Saludo con la mirada los calle vivientes de Paseo Colon, cruzo rápido la avenida antes que me quieran devolver el saludo. Un par de cuadras rotas más, y distraído caso soy atropellado por el súper moderno tranvía, metro ligero, como sea... Me encanta saber que millones fueron gastos para ligar nada a cosa ninguna. La vista es bonita, pero no es la Baires de Menén la cual estoy a buscar.
No tan rápido como Fangio, pero casi tan efectivo, acelero mi caminar... Pasan por mi los carros más tops, de eses que sin robar un banco no sé cuando iré comprar. Un cachito más y allí está... Un olor inebriante, y muchas otras cosas me hacen temblar, a parte del hambre.
En silencio... todo eso no me hace ruido. Ni las gigantes torres que no me dejan ver más allá. Y así callado la maté, sí, la maté. Maté mis ganas de reencontrarme a la Baires que busqué. 13 cuadras no más. Tan poquito me bastó para llegar, pero mucho me hizo consentir, sentir.
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